7.11.15

TORRE DE LOS SIETE SUELOS. LEYENDA DE LOS SIETE SUELOS O LEYENDA DEL LEGADO DEL MORO. Pedro Gil era un joven sin mucho dinero que trabajaba de aguador y era conocido como Perejil. Un día normal y corriente mientras trabajaba (sin ganar mucho) se encontró a un muchacho y le dijo: - Me siento desfallecido y enfermo ayúdame a regresar a la ciudad y te daré el doble del dinero que vayas a ganar hoy vendiendo agua-. y Perejil dijo que le ayudaría sin recibir nada a cambio. Cuando llegaron el muchacho dijo que le dejasen dormir ahí y le pagaría, y Perejil dijo vale pero su mujer no estaba de acuerdo porque se podría morir y que harían ellos con un cadáver en su casa, poco después el muchacho se murió pero le dio una cajita, era de noche a si que Perejil salió a enterrarlo pero, el barbero le vio y fue a decirle al alcalde que lo había asesinado para robarle. El alcalde fue a preguntar qué le había quitado y Perejil dijo que sólo le dieron una cajita en la que había un pergamino, y el alcalde se volvió a casa. Perejil fue a preguntarle a su amigo Hamed que ponía en el pergamino y Hamed dijo que era el mapa del tesoro de los siete suelos y que se podían hacer ricos. Perejil al volver a casa por la noche le dijo a su familia, que no tenía nada de dinero, que no se preocupasen que desde ese día serian ricos. Cuando Perejil le dio un montón de monedas de oro y de joyas a su mujer el barbero le vio y fue a decírselo al alcalde y el alcalde fue corriendo a hablar con Perejil para decirle que le esperaba la horca pero, Perejil le explicó todo al alcalde y el alcalde quiso ir a por el tesoro así que, esa misma noche fueron a por él. Cuando entraron paso ya mucho tiempo y Hamed y Perejil querían salir porque les podrían pillar, pero el Alcalde no quiso salir. Hamed y Perejil insistieron pero el Alcalde era muy avaricioso y quería todo el dinero para él. Hamed y Perejil salieron y dejaron encerrado al alcalde. Perejil le pregunto a Haamed que hacía y Hamed contesto: - Eso es lo que ponía en el pergamino, que permanecerían encerrados hasta que alguien consiga encontrar el tesoro.